Ejercicio físico en las alteraciones gastrointestinales.

 Ejercicio físico y alteraciones gastrointestinales.

El ejercicio físico está relacionado con muchos beneficios para la salud, como favorecer el control de peso, en la composición corporal y mejorar la condición física. Existen efectos positivos relacionados con el control de los síntomas gastrointestinales por tener un rol antiinflamatorio a nivel sistémico. Se deben especificar las variables de intensidad del ejercicio y su duración, ya que, si no se lleva un control, y la intensidad es alta y la duración larga puede asociarse con estados de deshidratación, postprandiales y con altas temperaturas. 
Por esto, te presentamos que efectos tiene el ejercicio físico en alteraciones gastrointestinales y como realizarlas sin llegar a efectos adversos.


Ejercicio físico y el reflujo gastroesofágico.

El reflujo gastroesofágico es un padecimiento que se caracteriza por la presencia de pirosis (acidez estomacal) regurgitación, dolor torácico y síntomas extraesofágicos a nivel respiratorio. Este padecimiento se manifiesta en atletas que realizan ejercicios de intensidades moderadas o vigorosas, en cambio, en personas con obesidad, ejercicio moderado realizado mínimo 3 veces por semana reduce aproximadamente un 60% la presencia del reflujo gastroesofágico. 
Recomendaciones:
  • Realizar ejercicio de intensidad moderada, para favorecer el vaciamiento gástrico y así se disminuya el riesgo de reflujo gastroesofágico.
  • Realizar mínimo 30 minutos de ejercicio al día.


Ejercicio en el cáncer gastrointestinal

El cáncer colorrectal es la tercera causa de muerte en el mundo, los beneficios del ejercicio se han visto en la prevención ya que una de las causas de este son factores modificables como el estilo de vida. 
Recomendaciones:
  • Realizar ejercicio físico entre 1-2 horas de actividad de moderada a vigorosa, disminuye el riesgo de cáncer colorrectal.


Ejercicio en la enfermedad inflamatoria intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal es una inflamación crónica y progresiva del tracto digestivo, de causa no conocida. Los efectos positivos del ejercicio físico son anti-inflamatorios. Se recomienda realizar actividad aeróbica moderada, por lo menos tres veces a la semana entre 20-60 minutos, para tener efectos positivos sobre la capacidad cardiorrespiratoria, manifestaciones gastrointestinales y sobre la calidad de vida. 



Ejercicio en el síndrome intestino irritable

Es un síndrome caracterizado por dolor, distensión e incomodidad abdominal, que afecta un 10-.25% de la población mundial. Se recomienda realizar ejercicio físico de moderada intensidad, 20-60 minutos al menos 3 veces por semana para mejorar la sintomatología del síndrome intestino irritable.  El ejercicio físico tiene beneficios asociados a respuestas neuroendocrinas, viscerales y circulatorias en el sistema gastrointestinal.



Precauciones

Es común que durante el ejercicio se presenten problemas gastrointestinales como el reflujo gastroesofágico, náuseas, molestias estomacales, en especial cuando se realiza ejercicio de larga duración y de intensidad vigorosa. 
En los ejercicios de resistencia aeróbica, los síntomas más comunes son la regurgitación, náuseas, acidez, hemorragia digestiva y diarrea. 


Recomendaciones

Para evitar algunos síntomas gastrointestinales provocados por una rutina inadecuada de ejercicio, la recomendación es:
  • Realizar ejercicio al menos 3 veces por semana.
  • La duración debe de ser de entre 20-60 minutos, en caso de la aparición de reflujo gastroesofágico modificar la duración
  • La intensidad del ejercicio debe de ser moderada, la percepción de la intensidad debe basarse en sí aún puede mantener una conversación durante la actividad.
Algunos ejercicios que pueden realizarse son:
  • Caminar o trotar
  • Nadar
  • Bicicleta estática
  • Yoga, ayuda a restirar aliviando los síntomas por inflamación 
  • Pilates


Fuente.
  • Pino, J., Gómez, S., Olivares, M., Quera, R., Simian, D., Escaffi, M. J., & Ibáñez, P. (2020). EFECTOS DEL EJERCICIO EN ENFERMEDADES DEL TUBO DIGESTIVO. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(5-6), 472-480. https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2020.05.004






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